miércoles, 18 de diciembre de 2019

Mama, Papa: Quiero un telescopio...


Han pasado unos 25 años desde la compra de mi primer telescopio.. Prácticamente fue una compra a ciegas, con poca información y poca variedad en el mercado. Lo compré en unas galerías situadas en el puerto de Barcelona, se dedicaban a la venta de instrumentos ópticos. Tras comenzar mi andadura laboral, con mi primer sueldo, compré un telescopio que me hizo disfrutar de la Luna que es “la gran puerta” al sistema solar y a las estrellas o que es igual que decir cielo profundo.

Hoy en día el mundo de los telescopios por suerte ha cambiado mucho, existen magníficos telescopios a precios contenidos. Y a la pregunta de muchas personas interesadas en empezar a explorar el Cosmos, a comenzar a disfrutar de esta interesante y preciosa afición que es la astronomía, a la pregunta; ¿Qué telescopio me recomiendas para mi hijo/a?..También valida para adolescentes o para personas ya adultas curiosos por el Cosmos. La respuesta a día de hoy es que en el mercado existe un modelo de telescopio que me ha encantado.. Se trata del telescopio StarQuest Maksutov 90mm de la marca asiática Sky-Watcher.



En la imagen de arriba se pueden observar diferentes tipos de telescopios, sistema refractor (anteojo), sistema Newton (espejos ópticos) y el sistema Maksutov (combina lente y espejos) que es mi preferido para principiantes, sin duda el StarQuest 90mm es un pequeño pero gran telescopio para empezar. Fuente: www.cosmik.es


Se acercan las entrañables fechas navideñas y los papas y las mamás buscan regalar un telescopio a su hijo/a que insiste en querer uno después de estudiar el sistema solar en la primaria, niño/as motivados, maravillados por conocer y observar los astros. También he podido observar a personas adultas que siempre han querido un telescopio y nunca han tenido el tiempo o la oportunidad de adquirir uno.
Normalmente aconsejan prismáticos como primer instrumento, pero yo siempre los desaconsejo porque yo los veo como un componente más a la observación con telescopio, en especial para cielo profundo en donde se encuentran los astros que observamos fuera de nuestro sistema solar; como nebulosas, cúmulos estelares, galaxias, ect.. NUNCA unos prismáticos estándar (7X50, 10X50) pueden sustituir el potencial de un telescopio en la observación de la luna, planetas y demás astros fuera o dentro de nuestro sistema solar. La observación será muy incómoda ya que normalmente se realiza a pulso creando molestas y mareantes vibraciones en la imagen. Unos prismáticos serán una decepción para un niño/a de primaria avanzada, adolescentes y personas adultas. Pero en especial para los niños/as, insisto que los prismáticos son un complemento al telescopio, por ejemplo, para localizar un Cometa brillante que no es visible a simple vista y después de localizarlo con los prismáticos,vamos a ese lugar del cielo con el telescopio a poco aumento a observarlo con mayor comodidad y resolución. Hay prismáticos 100% astronómicos con su montura para una mayor comodidad de observación, pero los precios del conjunto son muy elevados. 




En la imagen de arriba se observa una unidad del telescopio StarQuest, sin duda mi preferido para regalar como primer instrumento astronómico.



Regreso a 25 años atrás, yo empecé con un telescopio refractor de 60 mm de abertura, sin duda muy limitado y si no tienes la afición “en la sangre” hubiese sido una decepción por las imágenes tan limitadas en detalles que se conseguían con “estos pequeños” telescopios, de calidad aceptable "por los pelos" y a precios elevados por la poca competencia y demanda en aquellos años..

Hoy en día se puede empezar con un 90mm de abertura, a precio contenido y una calidad de imagen excelente. Empezado a 90 mm la afición te puede llegar “a morder” y así sacarle provecho al telescopio y seguir avanzando poco a poco hasta por ejemplo como es mi caso, que actualmente me dedico exclusivamente a la astrofotografía.
A continuación, explicare un poco de detalles del que es mi equipo preferido para empezar a explorar el Cosmos, siempre empezando por el sistema solar, objetos brillantes como la Luna que nos ayudaran a aprender a utilizar el telescopio y su montura ecuatorial con más facilidad.




En la imagen de arriba se observa el telescopio StarQuest 90mm y señalo las diferentes partes en que se compone un telescopio Maksutov con montura ecuatorial.


Empezar en el mundo de la astronomía con un telescopio de 90 mm de apertura es una maravilla, mucha más entrada de luz y por lo tanto más resolución que en telescopios también llamados de iniciación como los refractores de 60 o 70 mm de diámetro de apertura. El diámetro de apertura es lo más importante en un telescopio, mucho más que los aumentos. Los aumentos siempre dependerán del diámetro de apertura del tubo óptico. 
El tubo óptico con sistema óptico Maksutov es pequeño, compacto y ligero. La observación con la diagonal y oculares que trae de dotación de serie es mucho más cómoda que en un tubo óptico refractor, que son más largos y por lo tanto más incómodos para nuestras cervicales y espalda.
La novedad de este equipo es emplear una montura ecuatorial bastante ligera pero estable para este tubo óptico. Es una versión de la montura Star Adventurer, una montura muy vendida y apreciada por muchos aficionados a la astrofotografía de gran campo (grandes extensiones de cielo).
Muchas personas tienen dudas a la hora de comprar un telescopio con montura ecuatorial, no es un sistema intuitivo de saber manejar por uno solo sin consultar, pero os aseguro que no es difícil y hoy en día en el “mundo internet” hay cantidad de vídeos demostrativos de cómo usar una montura ecuatorial. Si la afición “te muerde” y con el tiempo quieres avanzar con un telescopio de mayor potencia resolutiva o mayor diámetro de apertura e incluso realizar astrofotografía, tendrás que emplear una montura ecuatorial, si o si.. Así que tarde o temprano deberás aprender a usarla. pero insisto que es muy fácil para ser un instrumento de precisión. Si no tienes cerca aficionados ya experimentados, sea como por ejemplo una agrupación astronómica cercana, tendrás la otra opción que será mirar vídeos tutoriales y practicar en casa y luego con la Luna en la calle, terrado, balcón ,ect.. Será más fácil manejar la montura ecuatorial que hacer un puzzle de uno o varios centenares de piezas.. Bajo mi punto de vista, la montura ecuatorial es la única opción en manual y más cómoda de seguir un astro celeste durante horas, y con motorización opcional para realizar un seguimiento en automático que es mucho mas cómodo o empezar en el mundo de la astrofotografía.
El trípode es extensible y de aluminio por lo tanto es muy ligero y da suficiente estabilidad para el Maksutov de 90 mm.




En la imagen de arriba se observa la montura ecuatorial.


La montura ecuatorial alemana consta de dos ejes principales, el eje de declinación, posición en altura del astro (Horizonte-Cenit "cielo sobre nuestras cabezas") y el eje de ascensión recta que es el que más usaremos para realizar el seguimiento del astro. El astro se mueve en mayor medida a causa de la rotación de nuestro planeta Tierra. También tenemos un tercer eje que es la escala de latitud, pero este tan solo se usara una sola vez, para indicar a que latitud vamos a realizar la observación..




En la imagen de arriba se observa una de las patas del trípode en detalle. El tornillo-palometa se afloja para liberar la pata extensible del trípode y así conseguir una altura del telescopio más cómoda a nuestras necesidades. 



En la imagen de arriba se observa el pomo del enfoque característicos en estos tubos con sistema óptico Maksutov.


El enfoque es suave y preciso, y se basa en el movimiento del espejo primario que esta ensamblado dentro del tubo y es visible el espejo mirando a través del objetivo, abertura y entrada de luz en el tubo óptico.
El buscador es muy básico y se basa en un punto rojo centrado en el visor. No es de mis preferidos, pero hace de manera aceptable su función, que es facilitar la alineación del tubo óptico-ocular con el astro a observar y que sea visible, como la Luna, planetas y estrellas de primera magnitud. Si tuviese que encontrar una pega a este telescopio, sería su buscador. Pero es típico en estos tubos de iniciación, para abaratar costes y ser sencillo de uso. 




En la imagen de arriba se observa uno de los detalles que más me gustan de esta marca asiática “Sky-Watcher” y es el mecanizado de Rosca “T2” en la conexión del ocular-diagonal y te permite acoplar una cámara réflex a foco primario (solo el cuerpo de la cámara, ya que el tubo óptico pasara a ser el nuevo objetivo de la cámara réflex).




En la imagen de arriba se observa la cámara reflex acoplada al tubo óptico con la técnica de foco primario mediante la rosca T2 mecanizada de serie en el tubo de enfoque, tan solo hará falta adquirir el anillo de conexión que cada marca de cámara tiene el suyo. La técnica de foco primario emplea el cuerpo de la cámara sin su objetivo, ya que el nuevo objetivo de la cámara pasa a ser el tubo óptico del telescopio.


En la imagen de arriba se observa la anilla adaptadora o T-Ring para cámaras reflex, en este caso para las cámaras de la casa Canon.


Así se podrán realizar fotos de la Luna con la cámara, tan solo necesitaras el anillo de conexión con rosca hembra “T2” para poder acoplar o roscar la cámara al tubo óptico. Se pueden encontrar en tiendas de astronomía como la de mis amigos de www.cosmik.es




En la imagen de arriba se observa el tubo óptico Maksutov, súper compacto y ligero.



En la imagen de arriba se observa una comparativa de precios de consolas de videojuegos y el telescopio StarQuest 90mm de Sky-watcher.

Sin duda la marca asiática ha realizado un gran trabajo para sacar al mercado un telescopio ligero y más resolutivo que los telescopios típicos de iniciación de 60,70,80 mm de apertura en refractores y 114 mm de apertura en reflectores.
Si buscas regalar un buen telescopio de iniciación a un niño/a, adolescente o adulto motivado por las maravillas del Cosmos, este telescopio es ideal, tan solo ver las imágenes que dará de la Luna y los anillos de Saturno (pequeñitos, pero se observan perfectamente), casi compensará la compra. Yo empecé con un refractor de 60 mm, con un coste económico más elevado que este StarQuest y quedé maravillado con las imágenes que por primera vez observé de la Luna, que envidia sana saber que hoy en día se puede empezar a 90 mm de diámetro de apertura.
Siempre realizo la misma comparativa, a los padres de niños/as y adolescentes; equiparo los precios de las consolas más vendidas con el precio de un buen telescopio que "seria la consola" y cada accesorio nuevo, un ocular de mejor calidad que la dotación de serie, sería como el precio de un juego de consola de videojuegos.
Así que en estas navidades, regala ciencia y a disfrutar de las maravillas del Cosmos con tus seres queridos..
Os deseo feliz navidad y buenos cielo despejados...  

domingo, 1 de diciembre de 2019

El caballito cósmico

Como si fuese una película de ciencia ficción, podría comenzar este Post escribiendo una de las emblemáticas frases de la película Blade Runner :
“He visto cosas que vosotros no creeríais: Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser y de una oscura y fría nube interestelar he visto emerger un oscuro caballo cósmico por delante de una inmensa, brillante, caliente y rojiza nube interestelar ionizada.. Todos esos momentos se perderán en el tiempo..como lágrimas en la lluvia”…



En la imagen; fotograma de la mítica Película Blade Runner.

En mi caso hubiese sido cierta la secuencia del emerger del caballito del cosmos, y ese momento no se perderá en el tiempo como lágrimas en la lluvia, porque lo fotografié y lo congelé en el tiempo.


En la imagen; el equipo empleado para astrofotografía de Cielo Profundo y con el que fotografié “el caballito cósmico”. 


En la imagen; la nebulosa cabeza de Caballo o IC 434/Barnard 33.

Sinceramente tengo que confesar que no he visto emerger un caballito cósmico, hubiese sido una secuencia puramente de ciencia ficción. Pero mi particular caballito cósmico existe y se trata de la nebulosa de cabeza de caballo o Barnard 33. En la imagen superior se observa un recorte de la astrofoto original y se puede ver la silueta de la cabeza de caballo, famosa, oscura, fría y densa nube interestelar, situada a 1500 años luz de nuestro planeta azul.


En la imagen; la nebulosa cabeza de Caballo o IC 434 (Barnard 33).

La nebulosa cabeza de caballo o Barnard 33, se encuentra ubicada en la constelación de Orión, más concretamente en el cinturón de Orión. En la estrella Alnitak situada a la izquierda del cinturón. Al sur de Alnitak se encuentra la preciosa nebulosa de cabeza de caballo (B33). Si observamos la zona con un telescopio de aficionado en modo visual, no vemos nada en especial, tan solo vemos la estrella Alnitak situada a la izquierda, la estrella Alnilam situada en el centro y a la derecha del cinturón Orión se ubica la estrella Mintaka. Pero la cosa cambia si apuntamos con un luminoso telescopio o conocido como traga-luz por una tener una focal corta. Entonces sustituimos nuestros ojos por otros más sensibles a la luz de las estrellas, como por ejemplo el sensor de mi cámara réflex, que son unos estupendos sensibles ojos electrónicos que con un poco de exposición y la combinación del telescopio junto a la cámara réflex nos muestra una espectacular zona repletas de nebulosas de reflexión y emisión, que junto al Caballito Cósmico forma un auténtico y maravilloso espectáculo astronómico.


En la imagen; se observa los alrededores de gas ionizado de color rojizo y gas oscuro influenciados en especial por la estrella Alnitak y el sistema múltiple estelar Sigma Ori.

La elegante presencia del caballito cósmico en la imagen enamora aún más a cualquier amante del Cosmos y en especial para las personas que no están habituadas a contemplar imágenes de astrofotografos aficionados que con telescopios de gama media y cámaras réflex diseñadas para fotografía diurna, se consigue unos resultados muy dignos.


En la imagen; se observa la estrella Alnitak y su impresionante conjunto de nebulosas, con el caballito Cósmico como invitado de honor en esta astrofotografía en blanco y negro.

Las nebulosas bajo mi punto de vista son los objetos más bellos del Cosmos. Esta imagen en blanco y negro no le quita el esplendor comparándolas con astrofotos en color. Aunque no tenga color, la imagen sigue impresionando.
La nebulosa de emisión IC 434 que está situada tras la estrella Alnitak combinado con el caballito cósmico crea un escenario espectacular, una inmensa cortina de gas y polvo rojizo ionizado.
IC 434 también se identifica así a la nebulosa cabeza de caballo, pero realmente IC 434 es la rojiza nebulosa “escenario” que contrasta la oscura silueta de la cabeza y cuello del caballito cósmico situada por delante de IC 434 y por eso contrasta de forma evidente.


En la imagen; se observa en color e identificado todas las nebulosas de emisión y reflexión que aparecen en los alrededores de la estrella Alnitak.

Las nebulosas de reflexión IC 431 y 432 son dos nebulosas de gas y polvo, que tan solo reflejan la luz de las estrellas más cercanas y la energía de las estrellas cercanas es insuficiente para ionizar el gas que las conforma. Si ionizara este gas pasarían a ser nebulosas de emisión.
IC 432 me ha sido más fácil captarla con la cámara y el telescopio que la nebulosa que IC 431 que es mucho más difusa.

La nebulosa de la Flama o NGC 2024, es una nebulosa de emisión y se mantiene “en llamas” gracias a la influencia energética de la estrella Alnitak. NGC 2024 combina una densa nebulosa oscura con la nebulosa ionizada rojiza que parecen ser las llamas que proceden de la nebulosa oscura.
La estrella brillante y azulada Alnitak es una estrella muy caliente 10000 veces más luminosa que nuestra estrella el Sol y tiene una masa de 20 masas solares.

La nebulosa NGC 2023 es una nebulosa de reflexión, su característico color azulado la delata. Siempre la he llamado la flor de la nebulosa IC 434, ya que parece florecer sobre la oscura y densa nebulosa en parte ionizada que hace de escenario a este gran espectáculo astronómico.

IC 434, es el gran escenario del caballito cósmico, en parte ionizada por el sistema múltiple Sigma Ori en donde se sitúa la oscura y contratada silueta del caballito cósmico gracias al brillo rojizo de esta espectacular nebulosa de emisión. Bajo el caballito cósmico y éste forma parte de ella, se encuentra la segunda parte de IC 434 que es una enorme zona densa de polvo y gas en casi completa oscuridad, si no fueran por los puntos luminosos de estrellas que se observan.

Aunque señalo a IC 434 como si fuese únicamente la nebulosa cabeza de caballo, no es cierto del todo, porque a este caballito se le conoce realmente como Barnard 33.



En la imagen; se observa una imagen invertida en negativo de IC 434.


La intención de invertir colores en mis imágenes es contrastar la cantidad de estrellas que hay en esta zona del Cosmos. Se observan multitud de puntos negros que son estrellas de diferentes tamaños. Sin duda es una zona activa de nacimientos de estrellas, una autentica cuna de estrellas.


En la imagen; se observa la estrella Alnitak y una parte de la enorme región de hidrogeno ionizado, en la que aparece la oscura silueta del caballito cósmico.


Hasta el momento esta es la última astrofotografía realizada a finales de octubre de este año 2019. En esta sesión quise también fotografiar el sistema estelar múltiple Sigma ori situado en el borde superior derecho de la imagen. Este encuadre hasta el momento ha sido el mejor para intentar fotografiar todas las zonas de interés de IC 434, aunque aún faltaría otra pequeña nebulosa de reflexión que está situada más abajo y es similar a NGC 2023.



En la imagen; se observa en blanco y negro la nebulosa de cabeza de caballo IC 434 / Barnard 33.

La intención de mi astrofoto en blanco y negro es imitar como si se tratara de una placa fotográfica y fuese tomada por la astrónoma Williamina Fleming a finales del siglo XIX, desde el observatorio de Harvard College..
Así finalizo este post dedicado al caballito cósmico (nebulosa de cabeza de caballo, Barnard 33) en que espero que mis astrofotografías no queden en el olvido y no se pierdan en el tiempo “como lágrimas en la lluvia”...

domingo, 24 de noviembre de 2019

Fotografiando el Cosmos.


Aún recuerdo con cierta nostalgia aquel pasado año 1995 en el cual adquirí mi primer telescopio. Un pequeño refractor ZEUS de 60mm de abertura y una distancia focal de 900mm. La montura era una ecuatorial alemana similar hoy en día a una EQ1 y con trípode de madera, traía unos oculares de 0,96 pulgadas de diámetro de barrilete.

Disfruté muchísimo de aquel pequeño refractor que me hizo soñar con la Luna, con Júpiter y sus lunas y claro, como no.. Con los increíbles anillos de Saturno, una imagen muy pequeñita, pero pude observarlos. Fueron momentos astronómicos inolvidables.



En la imagen, un trocito cielo en dirección sur, situado en el término municipal de Pontons, Barcelona. Desde donde comencé a tener un observatorio abierto desde el año 1995, en un plaza del terreno tan solo cementada bautizada como plaza del Cosmos.


El cielo del Termino municipal del pueblo de Pontons es un cielo de pre-litoral, está situado cercano a la costa y es bastante común la llegada de nubes desde la costa y la humedad que en ubicaciones más situadas a la Catalunya interior y de alta montaña.
Hay noches buenas, pero son más comunes las noches enteladas de nubes, y viento en ocasiones unido a bastante humedad.
Cuando la noche es óptima, la calidad del cielo de Pontons es buena a pesar de que en pocos años ha habido un aumento del alumbrado de las calles con lámparas de sodio, en especial en las urbanizaciones.



En la imagen, en plena sesión de astrofotografía de la Luna. La luna está editada en la imagen con Photoshop.


Las sesiones tan solo en visual solo duraron unos pocos años, en seguida comencé practicar la astrofotografía planetaria con una sencilla webcam que modifiqué desmontándole la lente y dejando el sensor expuesto para así realizar la técnica de foco primario. El nuevo objetivo de la webcam pasaba a ser el tubo óptico del telescopio. Disfruté muchísimo empleando esta técnica. En especial durante los años que pase al sistema óptico Reflector o Newton. El 150/1200mm de Sky-watcher fue uno de mis mejores telescopios y con el que hice mis primeras fotos de cielo profundo, montado sobre una montura LXD75 de Meade. Al trabajar con reflectores me marcó y me convencí que el disfrute máximo de la astronomía iba acompañada de espejos ópticos y de aberturas generosas.  Aunque hay buenos telescopio de lentes bien corregidas en cromatismo y buenos recubrimientos ópticos, pero tienen una carencia que es la poca abertura y un inconveniente que es el alto coste económico. En cambio es más económico un buen Reflector construido con unos buenos espejos ópticos por un pequeño refractor bien corregido. ¡Insisto! Ante la luz de las estrellas más débiles, quien mejor recoge esta luz son los espejos ópticos. Siempre bajo mi experiencia y punto de vista.  



En la imagen se observa un tubo óptico reflector (1) Sky-Watcher 200/1000mm, montado sobre una montura EQ6 Pro. Tubo óptico principal (1), tubo óptico de guiado (2), Cámara principal de captura de imágenes, cámara réflex (3), cámara secundaria de guiado (4), Neetbook con controlador de software de guiado (5), parasoles fabricados en gomaEva negra (6) y montura ecuatorial alemana (7).


El paso más importante que di en mi andadura como astrofotografo amateur, fue la compra de una montura ecuatorial alemana de la casa Sky-watcher EQ6 Pro Goto, fue la mejor inversión que hice y no podía desistir de hacerla porque siempre las casas se ha de construir con unos buenos cimientos y nunca desde el tejado. La montura son los cimientos del equipo de un astrofotografo y debe dar estabilidad y precisión. Después viene lo demás que estará condicionado a la calidad del cielo “de turno”.  Está claro que un buen tubo y una buena cámara astronómica en teoría daría unos buenos resultados en astrofotos de gran calidad, pero siempre la montura ha de ser el esfuerzo en inversión más grande que del resto del equipo de astrofoto. La EQ6 la compre nueva, no soy amigo de comprar monturas de segunda mano, ya que no todo el mundo las trata con cariño que es igual a un equilibrado de pesos exquisito para que la corona dentada y el motor con su piñón de arrastre no sufran sobre esfuerzos y aparezcan holguras y graves problemas de precisión. El resto del equipo como fue en mi caso fue comprado en el mercado de segunda mano.
Con la adquisición del reflector asiático de SW (Sky-Watcher), y pasar a los 200mm de abertura, para mí fue un paso de gigante en planetaria y cielo profundo. La calidad/precio en astrofoto con este tubo fue brutal y al añadir el auto-guiado a la técnica de foco primario ya fue para mí un paso de gigante ya que, de no poder pasar de 45 segundos por los trazos en las estrellas a causa de la rotación terrestre, con el autoguiado pase ya realizar astrofotos de 5 minutos de exposición. En ese momento comencé a sentirme astrógrafo.



En la imagen se observa marcada con un circulo una cámara réflex acoplada al porta ocular del telescopio empleando la técnica de foco primario.


La cámara para cielo profundo que siempre he empleado ha sido una cámara réflex, por el de buen rendimiento que ofrecen con tubos rápidos (tubos luminosos, hasta focales 5 o 6) como los que yo empleo.
Las cámaras reflex son fácil de utilizar, no necesita un PC Portatil para realizar fotos, emplean un generoso sensor y llevan su propia batería, que con un par más de repuesto tienes para toda la noche.
Tan solo un disparador intervalometro digital, aunque sea con cable y una mínima configuración para disfrutar del Cosmos.
La contra de estas cámaras es que no son refrigeradas y el sensor se calienta tras exposiciones prolongadas y crea un insoportable ruido, más en verano que en invierno. Pero afortunadamente con software y fotos de calibración “Dark” se puede reducir bastante el ruido de los pixeles calientes.
La técnica como he comentado anteriormente, siempre es a foco primario.



En la imagen se observa marcada con un circulo una cámara réflex acoplada al porta ocular del telescopio empleando la técnica de foco primario. También es posible observar el espejo primario (1) muy sensible a la luz de las estrellas y el soporte del espejo secundario (2), que por cierto se observa reflejado en el espejo primario junto con él el tubo de enfoque que también aparece reflejado. 


En la imagen se observa el equipo óptico y mecánico que empleo para la realización de astrofotografía planetaria. En este caso para fotografiar planetas empleo una cámara tipo webcam (1), pero diseñada y fabricada para uso astronómico. Se trata de una ASI 120 MC a color y también dispongo de la MM con sensor monocromo. Es muy adecuado emplear lentes Barlow (2) y una rueda porta filtro para planetaria (3).


Para fotografiar los planetas más brillantes de nuestro sistema solar y evidentemente la Luna nuestro satélite natural, empleo un tubo con una focal más larga, más aumentos para resolver un solo punto luminoso que es un planeta. El tubo que utilizo para fotografía planetaria es un TAL 200K con una focal aproximadamente a F:10. Para fotografiar planetas empleo una cámara tipo webcam para realizar videos del planeta y luego procesarlo con software específico que realiza un apilado de todos los frames del video y genera una imagen final del planeta o superficie lunar.
Siempre trabajo con lente barlow para duplicar o triplicar la focal, que ve en función del estado del cielo o Seeing. Si la atmosfera está muy turbulenta no podre trabajar a máximos aumentos que en el caso de mi tubo sería de unos 400 aumentos max.
La rueda porta filtros de colores para planetaria la empleo exclusivamente con cámaras monocromas que es cuando realmente realiza una función determinada de más contraste en diferentes zonas del disco del planeta.  
Con la cámara a color, empleo filtros de diferentes cortes de IR, depende del Seeing de la atmosfera, permiten un mejor enfoque uno que otro.



En la imagen se observa el interior del tubo abierto del TAL 200K, un peculiar tubo de fabricación Rusa con un curioso sistema óptico llamado Klevtsov-Cassegraim. Se observa el espejo primario (1) del tubo óptico.


En la imagen se observa una sesión de astrofotografía planetaria. En esta ocasión estoy apuntando hacia el planeta Júpiter y se observa el disco del planeta (1) sin detalles por la excesiva exposición de la cámara del móvil con la que realice la fotografía publicada.


En la imagen se observa el planeta Júpiter en plena sesión de captura de video. En tiempo real se observa varias franjas de cinturones de nubes del disco del planeta y las diferentes tonalidades de color de estas nubes Jovianas.


En la imagen se observa mi equipo actual de astrofotografía de cielo profundo y consta de Tubo óptico principal (1), cámara réflex (2), tubo secundario de guiado (3), cámara secundaria y de guiado (4), montura ecuatorial alemana (5), contrapesos de la montura (6) y trípode de la montura (7).


En la imagen se observa mi equipo actual de astrofotografía de cielo profundo.


La cámara Canon eos 550D continúa acumulando luz de las estrellas, es una cámara que aunque esta descatalogada y tiene sus años, trabaja estupendamente con tubos rápidos como el que aparece en la imagen. Se trata de un reflector Orión Optics 200/900mm de fabricación británica y sustituye al reflector asiático Sky-Watcher que aparece en imágenes anteriores en este post. Comparando ambos tubos el tubo británico tiene unos espejos mejores trabajados y un menor peso que para mí es muy importante ya que, al no tener un observatorio físico cada vez que realizo sesiones de astrofotografía debo transportar el tubo, montura, ect.. Tengo en mente un proyecto de construcción de un observatorio, pero necesito financiación y con los gastos de la vida, que son las facturas y la vivienda, pues queda en un plano secundario a la espera y espero que de aquí unos años poco a poco pueda construirlo para continuar más activamente fotografiando el Cosmos y poder mostrarlo a tod@s l@s amantes del Comos, a través de este blog y poder explicar un poco más detalladamente del astro o accesorio del que escriba.


A continuación, os presento algunos resultados de mis sesiones de astrofotografías, tan solo son pocos ejemplos ya que la mayor parte de mis astrofotos le dedicare un post en el blog con fotografías originales individuales y fotografías procesadas, más los datos técnicos e información general del astro.



En la imagen se observa la preciosa nebulosa de la Hélice o NGC 7293. 

También es conocida como el ojo de dios. Una nebulosa muy complicada ya que desde mi latitud queda muy baja en el cielo, pero los milagrosos y sensibles espejos ópticos y el sensor de mi Canon 550D junto a una alta dosis de paciencia conseguí un decente resultado.


En la imagen se observa la galaxia del escultor o NGC 253. La imagen muestra una galaxia especialmente opaca en gas y polvo interestelar. Sin duda de las más oscuras que recuerdo haber fotografiado.


En la imagen se observa el maravilloso planeta Júpiter. Un gigante gaseoso con pronunciados cinturones de nubes de diferentes tonalidades y su gran mancha roja, una enorme tormenta activa desde hace siglos.
En la imagen también aparece una de sus lunas, se trata de Io.




En la imagen se observa mi planeta preferido, Marte.

Mucho trabajo nos tocó a los astrofotografos durante la oposición del pasado año 2018 en el que el planeta Marte experimento una gran tormenta de arena a nivel global y apenas podíamos distinguir detalles de la superficie del planeta. Esta imagen la realice con el tubo asiático que en planetaria rendía genial. Su sustituto actual el reflector Orion Optics en planetaria no está a la altura del asiático Sky –Watcher 200/1000mm.

Pues bien, queridos lectores del blog, tan solo os quería explicar con cerca de 2000 palabras que sigo fotografiando el Cosmos. Disculpad si se ha hecho muy largo.
He tenido temporadas de menos actividad, pero últimamente intento hacer sesiones de astrofoto una vez al mes coincidiendo con la fase de Luna nueva para intentar tener un cielo lo más oscuro posible dentro de la imposibilidad cada vez mayor de encontrar cielos libres de luces parasitarias. Pues nada más que escribir, continúo fotografiando el Cosmos...