domingo, 16 de noviembre de 2008

El ártico marciano enmudece a Phoenix.

El pasado día 2 de noviembre de 2008, la agencia espacial norteamericana (NASA) certifico “la muerte de Phoenix” a causa de las drásticas condiciones atmosféricas marcianas y la falta de suficiente luz solar para producir energía eléctrica suficiente para permitir a Phoenix seguir “con vida”.


Phoenix, en la imagen de arriba, se puede apreciar en esta representación artística, un sol prácticamente rayando el horizonte, el frío otoño esta cerca junto con el final de la misión.

El aterrizador Phoenix llevaba ya cinco meses sobre la superficie del ártico norte marciano, totalmente operativa y llevando sus investigaciones científicas sobre el suelo marciano y observando los cambios atmosféricos del ártico marciano con total normalidad, aunque hay que reconocer que uno de los instrumentos científicos que lleva Phoenix a bordo, concretamente el paquete de hornos llamado TEGA que tenían la finalidad de “oler y probar” el suelo marciano recogido por el brazo robótico de Phoenix. Estos hornos han dado problemas, en primer lugar, las compuertas de apertura para que entraran las muestras de arena marciana al interior del hornillo, se abrían parcialmente, es decir se quedaban medio atascadas, esto fue debido a un problema de diseño y material empleado, ya que los muelles que debían hacer que las dos compuertas se abriesen completamente, a causa del intenso frió se quedaban algo agarrotados.
Otro problema de este instrumento científico, fue la rejilla de cada hornillo, montada justo después de las compuertas de entrada. Estas rejillas se diseñaron para dejar pasar solo la arena mas fina de la muestra de suelo marciano para que el hornillo trabajara correctamente.


El instrumento científico llamado TEGA a bordo de la Phoenix, en la imagen de arriba se puede observar uno de los hornillos con las dos puerta abiertas, la rejilla también es visible en la imagen.

En este caso no fue un problema de diseño, sino que se encontraron con un suelo sorprendentemente compacto y “pegajoso”, (parecido a un suelo arcilloso). Los controladores y los científicos de la misión no se esperaron encontrar un suelo tan compacto. Al dejar la muestra de arena marciana sobre la rejilla del hornillo, esta muestra apenas entraba la interior del horno. Pero este instrumento científico tenia “un as bajo manga” era capaz de dar sacudidas, de provocar vibraciones para ayudar a que las muestras de arena mas fina fueran capaces de colarse a través de la rejilla, pero claro, se esperaban un suelo menos compacto y pegajoso. Así que lo activaron y...primer gran susto de la misión, se produjo un cortocircuito, afortunadamente sin daños irreparables para Phoenix.
Así que cada vez que se hubo de utilizar, existía un riesgo potencial de dejar no operativo esta problemático instrumento, afortunadamente fue el único con problemas, pero eso si, personalmente para mi, era el mas importante junto al brazo robotico y las cámaras.



Animación de uno de los hornillos de TEGA, (en total son ocho hornos, cuatro en un lado y cuatro mas en el otro lado opuesto a los de la imagen). Una de las puertas se observa parcialmente abierta, y a consecuencia de esto fue sepultada en parte por la arena marciana, en la siguiente imagen de la animación se observa una ligera caída de la tierra que se puede apreciar dentro del hornillo, la tierra esta sobre la rejilla del horno, el ligero movimiento observable se produce a causa de una sacudida o vibración provocada por el instrumento TEGA para intentar colar la máxima arena posible para que el instrumento científico empiece sus labor, “oler y probar” el suelo marciano.


Phoenix ha hecho grandes descubrimientos, en primer lugar pudo fotografiar por primera vez hielo de agua bajo la arena marciana, es mas pudo “probar y oler” este hielo de agua en las muestras que entraron en algún hornillo. Phoenix también mezcló agua con tierra marciana para hacer barro, este experimento midió el nivel de PH y el resultado fue un nivel de PH de entre 8 y 9 y también detecto magnesio, sodio y potasio.
Phoenix demostró que la tierra del ártico norte marciano es más alcalino de lo que se pensaba y llego a afirmar que la tierra marciana es muy similar a la de algunas regiones de la Antártida. Por lo menos en el lugar donde se ha posado la sonda Phoenix.


En la imagen de arriba se puede observar dos zanjas, es la misma zanja pero con cuatro días de diferencia. Primero se fotografío la zanja de la izquierda, cuatro días después se volvió a fotografiar la misma zanja, como resultado la imagen de la derecha.
Las marcas de hielo de agua (zonas de color blancos en la parte superior de la zanja), se puede apreciar una diferencia, cuatro días después una pequeña parte de este hielo se ha evaporado.


El científico Samuel P. Kounaves, es el hombre encargado de los análisis químicos del experimento a bordo de la Phoenix dijo:
“Plante una raíz de una planta de espárrago en una maceta con tierra marciana y crecerá sana y feliz, los espárragos necesitan tierras alcalinas y la tierra marciana en este concreto lugar, esta llena de los nutrientes minerales necesarios para que la planta pueda crecer.
Eso si con las condiciones atmosféricas y temperaturas terrestres.”

“Básicamente hemos encontrado los nutrientes necesarios para que pueda haber vida, ya sea en el pasado, en el presente o en el futuro de Marte”.

“Aunque hay aun muchos enigmas y preguntas no contestadas aun por las sondas y en este caso por Phoenix, no hay nada que excluya la vida en Marte, es mas, parece ser cada vez mas posible”, concluyo Kounaves.

También Phoenix detecto remolinos de viento, ya vistos antes en Marte, una tormenta de arena que precipito su “muerte” y algo nuevo y sorprendente, detecto caer nieve de las nubes marcianas, aunque no llegaba al suelo ya que antes se evaroparaba principalmente por la falta de presión atmosférica entre otras cosas.

Crónica de los últimos días de Phoenix sobre la superficie marciana... Crónica de una lenta agonía...

Phoenix aterrizo (amartizo, seria el termino correcto), en la superficie del ártico norte marciano el día 26 de mayo de este presente año.
La misión estaba prevista que durara tres meses, pero la buena salud de Phoenix las fue prorrogando muchos mas días de lo estimado, suministrando valiosa información de todos los equipos científicos a bordo de la sonda. Es mas, había una cierta euforia de que la sonda Phoenix llegase con “vida” hasta el mes de diciembre y poder observar las primaras grandes heladas que predecía la llegada del duro otoño e invierno marciano.
Cada vez había menos horas de sol, ya que la latitud norte en donde Phoenix se poso, al llegar el otoño marciano quedaría prácticamente sin luz solar durante casi todo el día, como también pasa en algunos lugares de nuestro planeta Tierra.



Representación artística de la entrada de Phoenix en la atmosfera marciana, minutos antes de su “amartizaje” con éxito.


Cada día que pasaba, Phoenix tenia que bajar la intensidad de sus equipos científicos por falta de energía eléctrica, a causa de que el sol apenas subía por el horizonte y no podía recargar completamente las baterías de Phoenix gracias a sus paneles solares.

Pero de pronto todo “se torció”, una tormenta de arena dejo a Phoenix a prácticamente oscuras y sin la posibilidad de recargar correctamente sus baterías, mas la nubosidad de la zona durante unos días y las bajísimas temperaturas hicieron estragos en la salud de la sonda, dejándola prácticamente si energía para poder funcionar e incluso comunicarse con la Tierra a través de las sondas orbitadores que actualmente están estudiando el planeta desde la orbita marciana y hacen de repetidor o enlace con la Tierra. Cuando un orbitador pasa por la zona de aterrizaje de Phoenix, esto sucede durante la tarde marciana, Phoenix ya no tiene suficiente energía eléctrica para poder comunicarse con los controladores de la Nasa.


Imagen captada por la sonda orbitador MRO de la NASA, se puede apreciar a la sonda Phoenix en su lugar de aterrizaje (en la parte superior de la imagen) y tambien posible observar su paracaídas y el escudo protector utilizado para sobrevivir a la entrada de la atmosfera marciana.

“En un intento desesperado” los controladores de Phoenix junto con el equipo científico decidieron desconectar el brazo robotico y algunos componentes mas de la sonda, sobre todo calentadores de algunos circuitos eléctricos no críticos para la supervivencia de la sonda y así intentar ahorrar la suficiente energía eléctrica posible y recuperar a Phoenix y mantenerla “con vida” para pasar de “modo Lázaro” a “modo ciencia Terminal” para que Phoenix pudiera continuar haciendo ciencia con algún instrumento científico (estación meteorológica) en ciertos momentos, sobre todo durante la mañana marciana.
El “modo Lázaro” es una configuración del ordenador a bordo que controla a Phoenix.
El “modo Lázaro” se activa cuando Phoenix agota completamente sus baterías, La situación es que en algún momento de la siguiente mañana, cuando los paneles solares empiezan a generar la suficiente energía, Phoenix se reinicia e intenta establecer comunicación por radio durante dos horas. Después se debería quedar inactivo, agotando de nuevo sus baterías por la tarde por la falta de energía para volver a repetir este ciclo continuamente.
Esto significa que Phoenix intentó sesiones de comunicación sólo por las mañanas, que desgraciadamente era el peor momento para intentar comunicar con los orbitadores, debido a que a esas horas están demasiado bajos en el horizonte.

Imagen creada por la NASA como despedida de la misión de la sonda Phoenix.

Solo queda una posibilidad de que Phoenix haga honor a su nombre y resurja de sus cenizas, y esta consiste en que a la llegada de la próxima primavera marciana, el sol vuelva a suministrar energía a los paneles solares de Phoenix, y así despertar de su largo sueño invernal y volver a “llamar a su casa”, a la Tierra.

Lamentablemente, según los científicos hay un 99% de probabilidades de que cuando llegue el verano en Marte (mayo del 2010), Phoenix no resurja de sus cenizas, debido al frío intenso del durísimo invierno marciano que incluso cabe la posibilidad de que Phoenix quede en parte enterrada en el hielo marciano, a causa de este tremendo frío sus circuitos casi seguro se cristalizaran y serán destruidos sin mencionar a las baterías de la sonda, desgraciadamente la sonda Phoenix tendrá una definitiva muerte agónica en un autentico “infierno de hielo” intentando sin éxito comunicarse con sus “padres” que estarán a la escucha en un lugar mucho mas tranquilo y calido llamado planeta Tierra.

"Phoenix no sólo logró el tremendo desafío de aterrizar con éxito, sino que cumplió sus investigaciones científicas en 149 de sus 152 días marcianos, como resultado de un dedicado trabajo de un equipo con talento".
Barry Goldstein del JPL, director del proyecto.

"Phoenix nos ha dado algunas sorpresas y estoy seguro de que seguiremos puliendo más gemas de este tesoro de datos durante los próximos años”.
Peter Smith, principal investigador de la misión.

1 comentario:

  1. Celestiales amigos del cosmos, este artículo me pareció muy interesante, y con lo leido me dió tristeza la pérdida de éste explorador que hubiera aportado mas información sobre aquel planeta.
    Que pérdida se tuvo por el error que cometió la NASA al no tomar en cuenta algunos aspectos que afectarían a la sonda Phoenix, no puedo criticarlos, porque no se que tareas se tienen que llevar en esa organización espacial, pero lo único que digo es que ese error le quitó la vida al que fue un misionado explorador.
    Éste es uno de los intentos fallidos, pero, poco a poco nos estarán llevando al siguiente paso,que el humano cumpla su sueño de habitar un astro que no sea nuestro hogar.

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